A la hora de limpiar en profundidad el hogar, bien sea por cambio de estación o porque habéis decidido hacerlo, es cierto que hay lugares y zonas más fáciles de limpiar que otros. Los pequeños recovecos, objetos que están muy pegados a la pared u otros en los que hay zonas muy juntas son algunos de los espacios más difíciles de limpiar.
A continuación os contamos cuáles son esos lugares:
Las zonas del hogar más complicadas de limpiar
Entre las zonas que consideramos que son más complicadas de limpiar son los radiadores y aires acondicionados, por su cercanía a la pared; las teclas e interruptores, que tienen zonas muy sensibles y en las que se acumula mucha suciedad; los raíles de las ventanas; los rodapiés y marcos de puertas, por las aristas que pueden hacer que la suciedad no se elimine fácilmente; algunos electrodomésticos, como el horno o la campana de extracción; o algunos rincones del cuarto de baño.
Te explicamos cómo llegar a estas zonas más delicadas.
Radiadores y aires acondicionados
Limpiar la parte externa de un radiador o un aire acondicionado es sencillo, y la mejor manera de hacerlo es pasando un paño seco por la superficie y, después, utilizar algún producto específico y repetir el proceso.
En cuanto a las partes pegadas a la pared, te recomendamos utilizar aspiradores de boquilla estrecha o un palo fino con cinta aislante que pueda capturar el polvo. De esta manera se eliminará el polvo de esta zona sin ningún problema.
Teclas, botones, interruptores
Tras haber limpiado las superficies de estos elementos con limpiadores desinfectantes, es importante llegar también a las zonas más pequeñas. Por eso, te recomendamos utilizar un bastoncillo impregnado de desinfectante para eliminar la suciedad de las zonas más inaccesibles.
Rieles de ventanas
La manera más sencilla de limpiar los rieles de las ventanas es crear una propia mezcla desinfectante.
En primer lugar, debes retirar el polvo y la suciedad superficiales. Después, crea tu mezcla vertiendo en los propios rieles bicarbonato de sodio y pulverizar vinagre blanco sobre el mismo. Deberás eliminar la pasta que se formará, primero con un paño limpio y, para las zonas más delicadas, con un cepillo de dientes viejo.
Rodapiés y marcos de puertas
Para limpiar tanto los rodapiés como los marcos de las puertas, en primer lugar debes limpiar el polvo acumulado, y a posteriori pasar un paño humedecido con una mezcla de agua tibia y jabón neutro. Debes tener cuidado y hacer hincapié en las aristas, que pueden acumular más suciedad y ser más difíciles de limpiar.
Rincones de la cocina: horno y campana de extracción
Tanto el horno como la campana de extracción acumulan mucha grasa; eso también pasa con el microondas. Por eso, todas esas partes de la cocina deben limpiarse de manera profunda a menudo. Pueden limpiarse con la misma mezcla desinfectante: crear una pasta con bicarbonato y vinagre blanco. A continuación, utiliza un paño limpio para retirarla, o un cepillo de dientes en las rendijas más estrechas.
Rincones del cuarto de baño
En el cuarto de baño hay muchos rincones que pueden resultar difíciles de limpiar o desinfectar. Algunos de ellos son la silicona de la mampara de la ducha, la parte trasera del bidet, del WC o del lavabo o los grifos tanto del lavabo como de la ducha o bañera.
Para limpiar todas estas zonas, te recomendamos confeccionar tu propio utensilio de limpieza, que sea alargado para llegar a las zonas más difíciles, y que cuente con un adhesivo en la punta para llevarse la suciedad.
Además, para las zonas más pequeñas, puedes utilizar un cepillo de dientes viejo.
Utensilios que te facilitarán esta limpieza
Para todos estos rincones a los que es difícil llegar, debes contar con tres utensilios imprescindibles:
En primer lugar, hazte con un paño de microfibra seco y otro para humedecer. Esto facilitará la limpieza superficial de todas las zonas sensibles, ya que sin esta limpieza previa será más difícil la limpieza profunda.
Además, para las zonas que son difíciles de alcanzar, puedes fabricar tu propio utensilio largo, estrecho y con un adhesivo en la punta para favorecer la recogida de suciedad.
Por último, también es necesario limpiar los huecos más pequeños, por lo que un cepillo de dientes viejo puede sacarte de un apuro para este tipo de rincones.
Pero, si después de estos consejos, no te ves capaz de limpiar todos los rincones de tu hogar, puedes contar con un equipo de profesionales de limpieza en Salamanca, que hará el trabajo por ti y conseguirá unos resultados inigualables.