Las ventanas correderas son un elemento común en muchos hogares, que tienen muchos beneficios. Por ejemplo, abrirlas y cerrarlas es sencillo y no son molestas si los inquilinos de la casa quieren hacer cosas alrededor –no hay riesgo de golpes o de que la ventana se cierre de pronto–.
Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, estas ventanas pueden acumular suciedad, polvo y manchas en su superficie exterior, lo que puede afectar a su apariencia y, también, a su funcionalidad.
Limpiar las ventanas correderas por fuera puede ser un desafío para la mayoría de las personas, sobre todo si estamos en pisos superiores –en un bajo o cuando hay terraza es algo más sencillo–.
En este artículo exploramos los mejores métodos y consejos para limpiar las ventanas correderas por fuera, para que puedas disfrutar de la claridad de siempre sin correr peligro a la hora de hacer la limpieza.
¿Cómo limpiar las ventanas?
En primer lugar, es importante elegir la mejor solución a la hora de limpiar los cristales. Te ofrecemos tres alternativas: una solución de vinagre, bicarbonato y agua con jabón. ¡Te contamos lo mejor de cada uno de ellos!
Una solución de vinagre
Una solución de vinagre es la forma más efectiva de limpiar las ventanas correderas por fuera. Esto se debe a que el vinagre es un limpiador natural.
La solución de vinagre y agua se genera con una parte de vinagre blanco de limpieza y dos partes de agua tibia. Lo recomendable es utilizar una botella rociadora, similar a las que se utilizan en los limpiacristales comerciales.
La solución de vinagre y agua es una opción efectiva y económica para limpiar las ventanas correderas por fuera.
Utilizando bicarbonato
El bicarbonato de sodio es una forma realmente efectiva de limpiar ventanas, porque es un producto natural y seguro, que no dañará el cristal. La solución consiste en una mezcla de dos cucharadas de bicarbonato de sodio y un litro de agua, que deben agregarse a un recipiente grande y agitarlo.
Con agua y jabón
Una solución de agua y jabón es una de las más utilizadas para limpiar los cristales por fuera. Para hacerla, necesitarás un cubo o recipiente grande, agua tibia y jabón líquido suave, a ser posible sin fragancia ni olores. Es importante destacar que no es necesario que el agua esté caliente, ya que el agua caliente puede secarse rápidamente y dejar marcas en los cristales.
Limpiar las ventanas sin desmontarlas, ¿es posible?
La manera más sencilla –porque nos da menos dolores de cabeza– de limpiar las ventanas correderas es desmontándolas. Pero en la mayoría de los casos es recomendable contar con un profesional que sepa cómo sacar las ventanas de los rieles y volverlos a colocar.
Por eso, en MRL te ofrecemos la solución: limpiar las ventanas correderas por fuera sin desmontarlas. ¡Y no tiene nada que ver con descolgarte desde la azotea!
Limpiadores magnéticos para ventanas
Los limpiadores magnéticos para ventanas son la mejor solución para limpiar ventanas correderas, y es que son herramientas que han sido diseñadas para esa función. Son un tipo de utensilio que cuenta con dos partes: un imán con una almohadilla de limpieza y un mango de la otra. El imán se coloca en el exterior de la ventana, mientras que el mango se sostiene desde el interior. Al mover el mango, el imán se desliza a lo largo de la ventana, limpiando eficazmente la suciedad y los residuos.
La principal ventaja de los limpiadores magnéticos es su facilidad de uso: no es necesario subirse a una escalera o colgarse desde el exterior para limpiar las ventanas. Basta con colocar el imán en el exterior y deslizar el mango por las zonas que quieras limpiar. Además, muchos de estos productos vienen con una cuerda para evitar que el imán se caiga de forma accidental.
La otra alternativa que, sin duda, será más sencilla para ti, es contratar a una empresa de limpieza en Salamanca para que se encargue de realizar la limpieza de la ventana por ti.