Las alfombras son el elemento decorativo más usado en los hogares y su limpieza genera grandes quebraderos de cabeza. Por su ubicación en lugares de tránsito, son elementos que sufren un desgaste y foco de suciedad, manchas y malos olores.
Por ello, en este post te vamos a enseñar cómo debes realizar la limpieza de alfombras de una manera eficaz.
Presta atención al cuidado de tus alfombras
Las alfombras requieren de unos cuidados especiales debido a su uso y a sus diferentes características.
Además de acumular una gran cantidad de bacterias y gérmenes, la suciedad y el polvo que estas contienen pueden generar olores y ser un gran foco de infecciones.
Diferencia entre las alfombras de invierno y las alfombras de verano
Existe una gran diferencia entre las alfombras que se usan en las diferentes estancias de la casa. Por un lado, las alfombras de verano suelen ser ligeras y, por tanto, más fáciles de limpiar.
En cambio, las alfombras de invierno tienen un uso decorativo, pero también sirven como aislante térmico, ya que evitan que el frío se extienda por las diferentes estancias gracias a su cantidad de fibras y posición estratégica en las habitaciones.
¿Cada cuánto tiempo debo limpiar las alfombras de mi casa?
No existe un tiempo preestablecido ya que depende de su uso diario, pero de manera general, debes limpiar tus alfombras cada semana y realizar una limpieza profunda y desinfectante al menos cada tres meses.
En ocasiones, lo más rápido y fácil es llevar las alfombras a la tintorería, pero los amplios plazos de entrega y el coste hacen que no sea la opción más demandada. Por ello, vamos a enseñarte trucos para que puedas realizar la limpieza de tus alfombras en casa y de la manera más efectiva. ¡Quedarán como nuevas!
¿Cómo limpiar correctamente una alfombra?
Hay una acción recurrente y necesaria en la limpieza de alfombras: pasar la aspiradora por todas ellas varias veces a la semana. Cuanto mayor sea la frecuencia, mejor.
Para realizar una limpieza completa y profunda, debes tener muy en cuenta los materiales y características. Generalmente, todas ellas llevan una etiqueta donde el fabricante indicará los materiales y la mejor forma de limpiarlas. Algunas no permiten el lavado, sino que la limpieza debe realizarse en seco. ¡No lo olvides!
Cuidado con las manchas complicadas
Lo primero que debes evitar es que la mancha, sea de lo que sea, se adhiera a la alfombra. Pasa un paño o un papel absorbente para eliminar todos los restos que puedas. Si, por las circunstancias, no has podido evitar que la mancha penetre en el tejido o material, te recomendamos pasar superficialmente un trapo de algodón con agua o con algún producto de limpieza específico para alfombras y después retirar y secar cuidadosamente con una esponja.
El bicarbonato y el vinagre son los componentes perfectos para el mantenimiento y solución de las manchas. Simplemente tendrás que dejarlos actuar durante 10 minutos y aspirar.
Si quieres eliminar manchas de aceite o grasa, podrás lograrlo usando polvos de talco, maicena o almidón directamente sobre la mancha y dejar actuar durante 30 minutos. Después, retira los restos con la aspiradora y un cepillo seco.
¿Sabías que el agua oxigenada es muy eficaz para limpiar las manchas de tomate? ¡Toma nota por si lo necesitas!
Si tu alfombra tiene manchas de vino, alcohol o refrescos, usa jabón lavaplatos y agua oxigenada durante media hora y termina con un cepillado húmedo. ¡No te olvides de secarlo todo con un paño al final!
Si todo esto no funciona podrás recurrir al amoniaco que, pese a su olor más fuerte, elimina todo (o casi todo) lo que se pone a su paso. ¿Sabes que hay productos de amoniaco perfumado? ¡Te lo recomendamos!
Recupera el color original de tu alfombra
Si tu alfombra está muy dañada y ha perdido su color original, puedes utilizar productos como el bicarbonato y la sal, esparcirlo por toda la superficie y dejarlo actuar durante 1 hora. Una vez que haya pasado ese tiempo, elimina los restos con la aspiradora. ¡Listo!
Quita los olores
Para eliminar los malos olores puedes aplicar una mezcla de agua caliente y vinagre. Además, puede usar bicarbonato con sal, que además de limpiar, logra neutralizar los olores. La sal de mesa será también una gran aliada para eliminar los olores y, de paso, desinfectar.
Es importante que dejes que todas las alfombras se sequen al aire libre. Evita el uso de secadoras o ponerlas cerca de radiadores o se dañará y no conseguirás el efecto deseado.
Rescata el volumen de las fibras
Si lo que buscas es que tu alfombra vuelva a recuperar su cuerpo y volumen, lo ideal es que utilices productos espesantes de fibras. Estas alfombras suelen ser de poliéster, el material más agradecido de limpiar. Una buena limpieza diaria con la aspiradora. Esto cuidará, por sí solo, del volumen de sus fibras.
Ponte en contacto con nosotros si deseas dejar la limpieza profunda de tus alfombras en manos de los mejores profesionales. ¡Te esperamos!