Llega el verano y, con él, más tiempo libre para las tareas del hogar. Por eso, es una buena época para limpiar la casa: lavar los elementos textiles, limpiar bien las superficies, hacer el cambio de armario y aprovechar para eliminar el polvo, y también hacer la limpieza a fondo de algunas de las estancias más importantes y que más suciedad acumulan.
Te contamos cuáles son los principales pasos a seguir a la hora de realizar la limpieza de verano en tu hogar. ¡Sigue leyendo!
No improvises, planifica la limpieza
Realizar una tarea de limpieza en profundidad no es algo que pueda improvisarse, sino que es necesario tener una planificación previa. La limpieza del hogar no debe dejarse al azar, ya que hay muchas zonas de la casa que no pueden quedar en el olvido.
Lo más importante es hacer un listado previo con todas las estancias, rincones y objetos que quieras limpiar. Puedes tardar varios días en hacer esta lista, dado que así será más sencillo que cumplamos con todos los objetivos de limpieza.
Ventila bien tu hogar
A la hora de limpiar, lo más sencillo es empezar ventilando bien la casa abriendo todas las ventanas. De esta manera, cuando se levante polvo la casa estará ventilada, y el aire se renovará constantemente.
Además de durante una limpieza general, esto es algo que debe hacerse todos los días, puesto que se regula la humedad del ambiente y ayuda a reducir el polvo acumulado durante más tiempo.
Lava tus cortinas
Las cortinas son elementos del hogar que suelen acumular mucha suciedad. Aunque no lo parezca, estar en la misma posición durante mucho tiempo hace que las cortinas acumulen muchas bacterias.
Por eso, debido a lo complicado que puede suponer lavar las cortinas, esta tarea no suele hacerse a menudo, así que es importante aprovechar una limpieza general para llevar a cabo las tareas de limpieza más tediosas.
Lava tus alfombras
Con las alfombras pasa lo mismo que con las cortinas. Puede dar mucha pereza hacer una limpieza rutinaria de las mismas, pero es algo necesario para el correcto mantenimiento del hogar, así como para evitar la proliferación de virus y bacterias.
Además, las alfombras son elementos que retienen mucha suciedad, por lo que la limpieza que se realice durante el verano debe ser en profundidad.
Es mucha gente la que prefiere tener alfombras solo en invierno, por lo que en la limpieza de verano podrás guardarlas hasta el otoño.
Limpia y cambia el armario
No basta con guardar la ropa de invierno (pantalones largos, abrigos, chaquetas…) y sacar la de verano, sino que es recomendable aprovechar este cambio de armario para limpiarlo: quitar el polvo y limpiar las superficies con jabón neutro.
Puedes utilizar un aspirador para limpiar el polvo, pero también puedes hacerlo con un paño limpio y seco.
Limpieza de techos y paredes
Para limpiar los techos, podrás hacerlo fácilmente con un cepillo o una escoba que tenga un paño limpio atado. Es una buena manera de hacerlo sin levantar el polvo. Es un trabajo que puede llevarte un tiempo, sobre todo porque debes tener cuidado de que el polvo no te caiga encima.
En cuanto a las paredes, podrás hacerlo con el mismo método o bien utilizando una esponja con agua en caso de que la pintura de las paredes sea lavable.
Limpieza de la cocina a fondo
La limpieza de la cocina no solo da pereza, sino que su planificación también es un proceso tedioso. Deberás tener en cuenta qué materiales tiene tu cocina: las puertas de los muebles suelen ser de madera, las encimeras pueden ser de mármol o de madera, y los electrodomésticos pueden ser complicados a la hora de limpiar.
Lo primordial es estar seguro de que lo limpias todo: tanto los muebles como los electrodomésticos deben limpiarse tanto por dentro como por fuera, y todo debe hacerse con productos específicos para cada tipo de material.
Distribuye las tareas entre todos los integrantes de la casa
Lo más importante, ¡no te quedes tú con todo el trabajo!
Elige tareas para todas las personas que vivan en la casa, entre todos terminaréis antes. Y sobre todo, así no solo hará el trabajo una sola persona. Pero debes tener en cuenta las capacidades de cada persona: si tienes niños pequeños, otórgales tareas más sencillas, como pasar el polvo a las superficies, y encárgate tú de otras tareas más complicadas, como la limpieza de paredes y techos o de retirar las cortinas y las alfombras.
Después de estos consejos, estamos seguros de que la limpieza de tu hogar será mucho más llevadera. Además, recuerda que si no puedes hacerte cargo de la misma, puedes contratar a una empresa de limpieza en Salamanca, y ¡nosotros haremos el trabajo sucio por ti!